Tu
eres, ser de luz vagabundo que se pierde en el lejano y liso
horizonte, lineas que fluyen formando paredes insondables hacia un
mismo punto, bosque difuminado por la penumbra y la espesa niebla que
baja hasta el suelo, penetrando en la tierra humedece todo a su paso
dejando un aroma a arena mojada, a musgo y flores silvestres, a
frescura, a ti.
Tu
eres, el dejarme llevar y el atarme, el querer recuperar lo perdido
para no dejarlo pasar, recoger al pobre y al herido, que un día
lleve dentro de mi ser, perder el miedo a los días de lluvia, a las
soledades a la escasez, llenar de amores mi vida de grandeza mi
espíritu de ternura mi querer, dejarme arropar entre tus brazos, con
la ternura de la madre que abraza a su bebe, dejarme besar hasta la
muerte, olvidarme del olvido, de los besos robados, de mentiras
piadosas de los postres y el café, comerte sin pasar por caja,
despacito sin prisas, para que el placer se prolongue más tiempo, no
termine, que lo tenue no acabe.
Tu
eres, energía que fluye del manantial llenando todo a su paso, luz
violeta y dorada sanadora de mente y de Gaia, la tierra florece a tu
paso dando pinceladas multicolor al lienzo de la vida, de toda esa
gente que crece a tu lado y que mira mas allá de tu sonrisa, de
creencias de espíritus chamanes que en otras existencias dieron
forma a tu vida, llenas compartes creces, vives disfrutas y enseñas,
aprendes ofreces y das.
Tu
eres, la brisa que acaricia mis mejillas, huracán de mis emociones,
frescura en los días de calor, oxigeno cuando todo me ahoga, la
fuerza con la que late mi corazón, la energía que revitaliza mi
vida, sabiduría ante la duda, la llama que alumbra en la oscuridad,
ante todos y todo.... Tu eres.
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