LA
PALABRA
Lo
siento mucho, perdoname, te amo, gracias.... mi mente no paraba de
repetir, por si mis palabras o actos podían haber ofendido a alguien
en días pasados o en la actualidad, pues aveces, tengo la impresión
que las palabras fluyen de mi boca sin pensar lo que estoy diciendo,
palabras incongruentes para mi, pero que tienen un significado para
la persona que tengo delante, con la firmeza del que convence al
indeciso, con la certeza que el buen comercial te presenta su
producto.
Con
la palabra pactamos nuestro presente y proyectamos nuestro futuro,
quizás no con la rapidez que deseamos, pero si analizamos fríamente
siempre vemos el halo de luz de nuestros deseos, hay que aprovechar
las oportunidades que la Providencia, Ángeles o como quieras
llamarlo te pone delante de tus narices, no descartar ninguna, pues
están ahí por algo, quizás sean erróneas y nos equivoquemos, pero
de los errores también se aprende, son necesarios, hay que volverse
a levantar y seguir el camino, sino se prueba siempre nos quedará la
duda.
Recuerdo
con unos diecinueve años, habiendo terminado los estudios de diseño
gráfico, realice un cuadro que mi padre, a pesar de que me inculcaba
que los pintores se mueren de hambre, sin decirme nada, se lo enseño
a un conocido que era profesor en la facultad de Bellas Artes, este
le dijo que estaba muy bien y que quería conocerme, mi padre vino a
buscarme al trabajo a decírmelo para llevarme al estudio del
profesor, no se si fue por las palabras que tanto me repetía, por
los miedos que te entran hacia las experiencias nuevas, o por el ego
o el idiota orgullo que no sirve para nada, recuerdo que le dije que
prefería darme a conocer y crecer por mi mismo...... nunca fui.
Este
es un recuerdo que me viene de vez en cuando, pues ahora me viene la
duda, igual no hubiese servido de nada, pero como dice José Mota, “y
si sí”, quizás hubiera sido el camino corto y ahora tendría una
vida artística de reconocimiento y holgada, ahí esta la duda, sin
embargo, escogí el camino largo y tormentoso que vaticinaba mi padre
y que poco a poco intento descodificar de mil maneras, haciendo el camino poco a poco.
No
obstante no hay que arrepentirse de las decisiones tomadas, pues
estas seguramente me han echo experimentar otras que de otra forma
hubieran sido imposible aprender, y en lo que llevo vivido me queda
claro el no desperdiciar las ocasiones que la vida me pone delante,
siempre que sean factibles, y el bolsillo o las circunstancias me lo
permita, nunca es tarde si la dicha es buena, envidio y alabo aquel
que entiende esto en su juventud, pues ellos han alcanzado sus deseos
antes.
Ellos
como yo ahora, tienen la certeza que su trabajo es correcto, les
identifica, son profesionales, saben vender lo que hacen pues conocen
el producto y confían en el, están convencidos de su valía, y no
se achican ante un No.
“ La
vida es un ir y venir de gente cuestiones y ocasiones,
ardua
tarea es encontrar la persona que siempre estará a tu lado
pase
lo que pase respetando sin cuestionar tus decisiones,
erróneas
o no,
y
saber aprovechar las ocasiones que pasan por tu lado dejando a un
lado los prejuicios”
Namaste