martes, 5 de enero de 2016

Ocurrencias y pensamientos de un perturbado, 10/02/2015

LA PALABRA

     Lo siento mucho, perdoname, te amo, gracias.... mi mente no paraba de repetir, por si mis palabras o actos podían haber ofendido a alguien en días pasados o en la actualidad, pues aveces, tengo la impresión que las palabras fluyen de mi boca sin pensar lo que estoy diciendo, palabras incongruentes para mi, pero que tienen un significado para la persona que tengo delante, con la firmeza del que convence al indeciso, con la certeza que el buen comercial te presenta su producto.

     Con la palabra pactamos nuestro presente y proyectamos nuestro futuro, quizás no con la rapidez que deseamos, pero si analizamos fríamente siempre vemos el halo de luz de nuestros deseos, hay que aprovechar las oportunidades que la Providencia, Ángeles o como quieras llamarlo te pone delante de tus narices, no descartar ninguna, pues están ahí por algo, quizás sean erróneas y nos equivoquemos, pero de los errores también se aprende, son necesarios, hay que volverse a levantar y seguir el camino, sino se prueba siempre nos quedará la duda.

     Recuerdo con unos diecinueve años, habiendo terminado los estudios de diseño gráfico, realice un cuadro que mi padre, a pesar de que me inculcaba que los pintores se mueren de hambre, sin decirme nada, se lo enseño a un conocido que era profesor en la facultad de Bellas Artes, este le dijo que estaba muy bien y que quería conocerme, mi padre vino a buscarme al trabajo a decírmelo para llevarme al estudio del profesor, no se si fue por las palabras que tanto me repetía, por los miedos que te entran hacia las experiencias nuevas, o por el ego o el idiota orgullo que no sirve para nada, recuerdo que le dije que prefería darme a conocer y crecer por mi mismo...... nunca fui.

     Este es un recuerdo que me viene de vez en cuando, pues ahora me viene la duda, igual no hubiese servido de nada, pero como dice José Mota, “y si sí”, quizás hubiera sido el camino corto y ahora tendría una vida artística de reconocimiento y holgada, ahí esta la duda, sin embargo, escogí el camino largo y tormentoso que vaticinaba mi padre y que poco a poco intento descodificar de mil maneras, haciendo el camino poco a poco.

     No obstante no hay que arrepentirse de las decisiones tomadas, pues estas seguramente me han echo experimentar otras que de otra forma hubieran sido imposible aprender, y en lo que llevo vivido me queda claro el no desperdiciar las ocasiones que la vida me pone delante, siempre que sean factibles, y el bolsillo o las circunstancias me lo permita, nunca es tarde si la dicha es buena, envidio y alabo aquel que entiende esto en su juventud, pues ellos han alcanzado sus deseos antes.

     Ellos como yo ahora, tienen la certeza que su trabajo es correcto, les identifica, son profesionales, saben vender lo que hacen pues conocen el producto y confían en el, están convencidos de su valía, y no se achican ante un No.


La vida es un ir y venir de gente cuestiones y ocasiones,
ardua tarea es encontrar la persona que siempre estará a tu lado
pase lo que pase respetando sin cuestionar tus decisiones,
erróneas o no,
y saber aprovechar las ocasiones que pasan por tu lado dejando a un lado los prejuicios”


Namaste 

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