Como
si de estigmas se tratara, mis pensamientos sangran por la estupidez
y la ignorancia de no reconocer lo aprendido, y que una y otra vez
maestros y religiones ponen delante de mí, sin llegar a comprender
lo que en otro momento daba por sabido.
El
poder de nuestro pensamiento y la PALABRA, nos hacer crear
situaciones por las que en el fondo no nos gustaría pasar, pero que
inconscientemente creamos al nombrarlas.
La
fuerza del verbo y la palabra siempre a existido en nosotros,
haciendo que situaciones negativas o malas para nosotros mismos
fluyan de nuestra boca por los miedos infundados, sin darnos cuenta
del mal que nos infringimos por nuestra propia ignorancia, miedos
reflejados en nuestra mente por ese Ego que nos confunde como si del
mismo diablo se tratase.
Haciéndonos
creer lo que somos, pequeños dioses en potencia, intentamos crear
las cosas buenas para nosotros, pero estas rara vez se cumplen,
entonces nos enfadamos con nosotros mismos y solemos dejar de creer y
volvemos a lo terrenal, maldiciendo al universo y a todo lo que nos
rodea.
Si
recapacitásemos e interiorizáramos, nos daríamos cuenta que solo
nosotros tenemos la culpa, pues parece que incrustamos a fuego, que
solo con el sufrimiento podemos conseguirlo.
No
se si a vosotros os a pasado, o quizás no habéis caído en el
detalle, un ejemplo tonto de estas situaciones es aparcar el coche en
un lugar que al bajar de el y observar, te da mala espina y piensas,
¡haber si me lo roban!, a lo mejor vuelves y no te han robado, pero
como te ronde mucho por la cabeza esta situación, a los días en
otro lugar cuando vas a coger el coche, te han roto la ventana y te
han dejado el coche limpio, estas cosas suelen pasar a muchos humanos
una y otra vez en distintos temas, ¡lo sabía, debo tener un Don
para percibir las desgracias!, Decretamos.
Cuando
vamos tomando conciencia de este “Don”, intentamos pasarlo a las
acciones buenas, y pedimos cosas para nuestra mejora terrenal,
¡quiero un trabajo mejor, bien remunerado, con poco esfuerzo!, ¡
quiero esto, quiero lo otro!. Aquí nos solemos venir a bajo, ya que
no se suelen cumplir, o no nos damos cuenta, o se cumplen sin llegar
a la medida deseada.
Si
nos fijásemos en nuestros pensamientos, seguro que cada vez que
pedimos algo correcto para nosotros, aparece nuestro Ego diciéndonos
¡esto no se va a cumplir!, ¡no me lo merezco!, ¡es imposible!, ¡no
caerá esa breva!, o mil frases en contra de lo que estamos pidiendo.
Nosotros mismos nos ponemos las trabas.
Debemos
pedir lo bueno y dejar que el tiempo ponga los medios para que se
realicen, que ponga las cosas en su sitio, acallar el ego y cada vez
que nos viene un pensamiento negativa a lo pedido, con la palabra
decir ¡No lo acepto!, cada uno a su manera, eliminarlo.
En
el Ho'ponopono, la frase es; Lo siento, Perdóname, Te amo, Gracias,
y pedir a tu yo superior a la divinidad que limpie las memorias
erróneas que te hacen pensar y sentite así, en otras técnicas o
religiones a tu ángel de la guarda la ayuda necesaria, cada persona
pide según sus enseñanzas o aprendizaje en esta vida, pero todas
llevan al mismo camino, a la mejora personal y evolución sin
necesidad de pasarlo mal para alcanzar ese fin.
También
es verdad que no nos damos cuenta de los pequeños milagros que
suceden al rededor nuestro, siempre queremos más.
Son
muchos los curanderos, sanadores y afines que han empezado su trabajo
a raíz de pasar una grave enfermedad y haberse sanado, pues a trabes
de esto sienten la necesidad de enseñar, dar a conocer o sanar, a
otras personas como parte de su propio aprendizaje y evolución para
una vida mejor, tanto para ellos como para la gente que tratan o
enseñan las técnicas, pero creo que no hace falta llegar a estos
extremos con enfermedades creadas por nosotros mismos, para darnos
cuenta de quienes somos.
Es
muy duro decir a una persona que la grave enfermedad que padece, se
la ha creado ella misma, pero es algo que no digo yo, lo dicen las
distintas técnicas tanto ancestrales como de la nueva era, que
trabajan sobre las energías del cuerpo astral, de tu aurea, del
amor, basándose muchas de ellas en los sentimientos de la persona y
de su entorno, dime como vives y te diré que padeces, Chamanes,
maestros de la energía, Ho'ponopono, Biodescodificación etc..., así
lo muestran y lo enseñan.
Soy uno de esos ignorantes terrenales pero creerme si os digo, que he
visto pequeños milagros.
Id
con Dios.
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